Es menester que tengamos armonía con nuestros semejantes, y especialmente con la familia de la fe.
Debemos amarnos y respetarnos, sentir el dolor de nuestro hermano como si fuera el propio, no ser indiferentes ante las adversidades que en momentos afrontan. Es necesario La mano extendida en el momento preciso, la frase de aliento que levanta al caído, un abrazo que le imparta tu afecto, un verso, una palabra, un te quiero, un te amo que anima, que restaura, que da vida .
Hoy te insto a que no te detengas a hacer lo que es de buen nombre, mientras que la vida está en tus manos;
del mañana nadie sabe, solo Dios, si estarás en pie, no lo sé, pero en cuanto te sea posible, ama, respeta , siente, vive, anima, abraza, expresa, alienta, dale vida a otra vida y eso te aseguro iluminará tu alma, como se ilumina la mía.
¿Sabes una cosa....?
....."Cuando Dios llena nuestros corazones, nos permite ver a los demás como su perfecta obra maestra". Y es allí, cuando la visión de la vida te cambia, te transforma, te llena;
-Es allí, cuando el dolor de tu hermano se convierte en tu dolor, cuando su alegría, se convierte en la tuya;
-Es allí, a donde El quiere llevarnos a no ser indiferentes ante el dolor de nuestro hermano,
-Es allí, donde debe cumplirse la escritura , "Donde hay dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy YO".
Eso es unión. Y a eso hemos sido llamados a convivir en armonía.
J.Marvic/esel.
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