miércoles, 15 de enero de 2014

Hombre Llamado Por Dios


Hombre.Llamado.Por.Dios  Jeffersonville.IN  V-2 N-27  Domingo  58-1005E
     52 Y David. Cuando Saúl puso su armadura sobre él, y dijo: “David, si tú vas a pelear con este hombre, gigante...” Dijo: “Pues, tú no eres más que un muchacho, tan sólo un joven, y él ha sido guerrero desde su juventud. ¿Cómo puedes pelear con él?”
53 Escuchen a este pequeño David. ¿Ven Uds.?, él no lo dijo así: “Saúl, su señoría, señor. Mi padre me envió a la escuela primaria, al colegio, a la secundaría. Yo tengo un Ph.D. Yo—yo—yo estoy equipado para hacer esto. Yo soy un hombre inteligente”. El nunca lo dijo así.
54 El dijo: “Mi señor”, dijo él, “cuando yo estaba cuidando las ovejas de mi padre allá, un oso vino y agarró a una, y lo maté. Y un león vino y agarró a una, y lo derribé. Y cuando él se levantó, lo maté”. Y él dijo: “El Dios que me libró de las garras del oso y del león, también puede librarme de las manos de ese Filisteo incircunciso”. ¡Un hombre entrenado por Dios!

Hombre.Llamado.Por.Dios  Jeffersonville.IN  V-2 N-27  Domingo  58-1005E
     55 Allí estaba Saúl con todo el entrenamiento que un hombre pudiera tener, para saber cómo pelear. David no sabía nada acerca de una espada. El no sabía nada acerca de un escudo. Bueno, Saúl fue y le puso su enorme armadura, y el pequeño David estaba parado con las piernas casi arqueadas. Ellos se dieron cuenta que su chaleco eclesiástico no le quedaba a un hombre de Dios; simplemente lo aplastó. Y todos nuestros credos y cosas nunca se va a comparar con el equipo de Dios allá.
56 Oh, cómo pudiéramos seguir y seguir, y decir muchos, de muchos diferentes. Pero, vayamos directamente a nuestro texto, para darnos prisa.

Hombre.Llamado.Por.Dios  Jeffersonville.IN  V-2 N-27  Domingo  58-1005E
     57 Elías estaba envejeciendo, y él sabía que no pasaría mucho tiempo para que él tuviera que dejar el mundo. Y Dios había hallado a un hombre que era un hombre sincero, que era un buen hombre. Su nombre era Eliseo. Ahora, si se fijan, el nombre de uno de ellos es Elías y el otro es Eliseo.
58 Ahora, él nunca entró en las formas, y demás, y fue y buscó en las escuelas de teología, y allá en las grandes escuelas elevadas de aquellos días. ¿Qué hizo él? El se fue afuera al campo y encontró a un hombre arando con doce yuntas de bueyes. ¿Qué? Eliseo, el que estaba arando, sabía cómo apreciar una hilera recta. Y él sabía que si él se volteaba y miraba hacia atrás, él se saldría del camino. Y Dios sabía que un hombre que sabía cómo arar un surco derecho sabía que no debía poner sus manos en el arado y ni siquiera darse vuelta para ver hacia atrás. El nunca esperó hasta que él obtuvo su educación, siguió adelante por el camino. El simplemente mató el buey e hizo un sacrificio, y se fue con Elías, tan pronto como el manto cayó sobre él. El estaba listo, dispuesto. Dios sabía que El lo podía hacer capaz.

Hombre.Llamado.Por.Dios  Jeffersonville.IN  V-2 N-27  Domingo  58-1005E
     59 Ahora, Dios tiene que darle un poco de entrenamiento. El lo había sido, lo entrenó a cómo mantener sus ojos en el surco, con doce yuntas de bueyes, y un hombre arando con ellos. El le enseñó un poco de paciencia, y cómo ser paciente, y entrenar a esos bueyes a caminar recto en la línea.
60 El tenía que entrenar a algunos hombres, después; mantenerlos en la Biblia, en la Palabra, alineados con Dios, a quedarse rectos en la línea.
61 Y, luego, Dios aun tuvo que educarlo un poquito. El dijo: “Ahora quédate aquí, porque voy a—a Gilgal. El Señor me ha llamado”.
62 Y el profeta, después de que él había sentido ese Poder sobre él, ese manto de Elías, él dijo: “Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré”.
63 Fueron a Gilgal, el cual es el—el lugar de confesión y bautismo Cristiano. Y luego él dijo: “Simplemente quédate aquí ahora. Esto es suficiente. Tú has confesado y te has bautizado. Esto es suficiente. Yo voy a Bet-el”, lo cual significa, “‘la casa de Dios’”.

Hombre.Llamado.Por.Dios  Jeffersonville.IN  V-2 N-27  Domingo  58-1005E
     64 Ahora eso hubiera estado bien para muchos profesores. “Oh, acabo de unirme a la iglesia y entré en compañerismo. ¿Por qué no simplemente quedarme aquí mismo?”
65 Pero, escuchen, Eliseo no podía pensar de esa manera. El ya había sentido el Poder de Dios. El sabía que había más para él. Así que él dijo: “Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré”. ¡Oh, cómo me gusta eso!

Hombre.Llamado.Por.Dios  Jeffersonville.IN  V-2 N-27  Domingo  58-1005E
     66 Y él subió a Bet-el, a la casa de Dios, y allí él encontró a un montón de eruditos. Todos eran predicadores bien entrenados, y ellos se acercaron alrededor y le dijeron, dijeron: “Señor, ¿sabes qué? Te vas a llevar la peor parte. ¿Sabías que se te quitará a Elías? El está muy viejo. El no puede vivir mucho tiempo. Elías va a ser llevado, y tú vas a estar parado allá como un fanático”.
67 Permítanme decirles algo ahora. Un hombre que haya probado de Dios alguna vez, no va a estar dispuesto, o, no podrá apagar su sed en una cisterna hecha por el hombre. No lo puede hacer. Allí, toda su teología que tenían allí en la escuela de los profetas, no apagaría la sed de ese hombre de Dios, quien había gustado de Dios.
68 Y ellos siguieron persuadiéndolo. “Oh, tú deberías quedarte aquí. Y, pues, en seis semanas te podríamos dar tu Ph.D. Y tú sabes que no pasaría mucho tiempo para que tomaras como cuatro años de entrenamiento aquí, y te podríamos dar el derecho de predicar. Tú sabes, si has resultado bien, te enviaríamos fuera en nuestra denominación”. Eso no satisfará a un hombre de Dios. “Te entrenaremos para que seas un ministro, si tan sólo te quedas con nosotros como cuatro o cinco años aquí”.

Hombre.Llamado.Por.Dios  Jeffersonville.IN  V-2 N-27  Domingo  58-1005E
    69 El no tenía tiempo para esa clase de cosas. El estaba en camino a esa Fuente. El ya había ascendido por encima de eso. El ya había gustado del Cielo en su alma.
70 Y él dijo: “¿Sabes que tu cabeza va a ser quitado?”
71 Y escuchen lo que él dijo. “Sí, yo lo sé. Pero callad”. En otras palabras: “Ahorren sus palabras, no traten de decirme sobre ello. No traten de decirme qué estoy haciendo. Yo sé adónde voy y detrás de qué ando”. [El Hermano Branham aplaude tres veces.—Editor]
72 Dios, nos dé hombres así, hombres entrenados por Dios que saben que no deben desviarse en pos de esto ni desviarse en pos de aquello.
73 “Yo sé adónde voy. Y no me hablen sobre ello. Simplemente ahorren sus palabras. No traten de desanimarme, porque no va a servir para nada”.

                                                                                                                                                         WMB.

                                               

0 comentarios:

Publicar un comentario

 
Design by Free WordPress Themes | Bloggerized by Lasantha - Premium Blogger Themes | Web Hosting Bluehost